Hay momentos dificiles que tenemos que pasar, y no los he pasado por alto.
Como dice II Co. 1:3-11. Somos atribulados y consolados para ser medio de consuelo para otros tambien. He sentido el abrazo de Dios tan cerca de mi.
Estoy orando mucho a Dios por el crecimiento espiritual de los miembros de la Nueva Iglesia en Proceres. Se que Dios tratara con cada vida para transformarla por completo.
Nuestros actos de amor revelan que Jesus vive en nuestros corazones; por ello, darles a aquellos que tienen necesidad puede ayudarnos a compartir con otros a cerca de el. I Jn 3:17
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